Cuando da prosperidad
Dios lo hace en todos los sentidos.
El todopoderoso no es mediocre,
basta con ver un amanecer.
La vida eterna
es a quien se lo merece
y Dios lo cuida como a Abram,
especialmente al que le obedece.
Obedecer es la clave
para recibir prosperidad
¿Dijo acaso Abram:
“Yo no puedo;
nunca antes a un Dios obedecer”?
No fue así,
pues por obediencia,
multiplicó
y abundancia acumuló.
Hoy también,
Dios da prosperidad
y amor al orar por otros,
es como una energía
que llega en bendición.
Y la prosperidad
es paz,
es luz,
es un ¡hola!
y es un ¿cómo te va?
Las personas atribuladas
y necesitadas necesitan de las oraciones,
ayudas y bendiciones.
Porque las bendiciones
son prosperidad
que llega en bendiciones a los demás.
Entonces,
orar por ellas
tiene un efecto transformador
y esperanzador.
_____☼♥/)_♥☼♥_____☼♥./¯\"\"\"/\')
¯¯¯¯¯¯¯)☼♥¯♥☼♥¯¯¯¯☼♥\'_„„„„
Autor: Millón Durango
________☼♥/)_♥☼♥_____☼♥./¯\"\"\"/\')
¯¯¯¯¯¯¯¯)☼♥¯♥☼♥¯¯¯¯☼♥\'_„„„„