Saber que te amo como debe ser
con aromas de campo, con sabor a miel
con el corazón contento y al revés
con la tinta más roja y un clavel.
Con esperanzas galopando en la piel
con todo lo cálido en la sien
conlleva risas y un sino fiel
teniendo en la vida solo parabién.
Y grito siempre al viento: ¡Amor ven!
aquí está tu nido construido con fe
nadando en un lago de paz y querer.
Para entregarle la alegría a nuestros centros
que se aman con ternura y pasión, dejándonos saber
que de nuestros labios podemos beber.