No sé si será que ya no reconozco
ni mi propia obra,
o es que he escrito demasiado,
y de pronto me descubro a mí mismo,
y me impresionan mis propias palabras.
Llegará el día en que los recuerdos
se confundan con las realidades
y las realidades se desdibujen,
y de pronto no quedará nada.
Terribles palabras…
Existir sin existir;
recordar sin recordar.
No saber ni quién eres,
ni quién fuiste.
Simplemente no me imagino el mundo
sin mi presencia.
Décadas hablando cada día conmigo mismo,
y de pronto, no saber con quién hablo.
Inevitablemente me acuerdo ahora
de mi madre,
sola dentro de su mundo desconocido,
y los hijos fuera de ese mundo,
sin poder hacer nada.
Vale repetir aquí mis propias palabras:
Pasarán los años,
y la mente ya no podrá,
en el libro de la vida,
sumar nuevas páginas.
Empezaremos a mezclar entonces
unas con otras,
todas con todas,
y al final,
ya no quedará,
de nuestros recuerdos,
NADA.
Frank Calle (3/julio/2019)