Se esconde detrás de sus palabras
esas que arrebatan la cordura
en cada tramo de agua que le llora
esperando un abrazo sobre hielo.
Se desnuda en el reflejo de su verbo
para ser semilla de un olvido
por si acaso le alcanza la mañana
hacer de la rutina su alimento.
Es un simple payaso sin nariz
que llora a la inversa de su riego
y que espera que llueva hacia arriba
al bloqueo del amor que le es esquivo.