He aquí que viene con las nubes, y todo ojo lo verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí amén. Apoc 1:7
¡Oh, mi Dios,
qué ojo no te verá a Tí,
si eres el Dios mismo,
si un terrible abismo,
más que nubes,
en tus pies,
como preámbulo del mismo cuerpo y alma,
eres más que Dios,
y todo lo que te traspasó,
por tu cuerpo,
se hará redención,
por tu misma alma,
Oh, Dios, ven yá,
que mi alma está sedienta de Tí,
y de tus parábolas,
y sé que me amaras más,
cuando sea tu segunda venida,
sin una prohibida herida,
que duela más que tus manos y pies…!.