¡Que pena me dan los hibiscos
después que floreces!
Están todo el día luciéndose
con sus pétalos,
con sus estambres y pistilos
completamente descubiertos
hermosos, sensuales ....
y al otro día, otros lucen
sus atributos coloridos y bravíos
sin pensar, o tal vez para disimular
que el que ayer se expuso
hoy cuelga inerte de la planta,
escondiendo su vergüenza en el ropaje
de las hojas oscuras y verdes.
Que pena me dan los hibiscos
que hoy son hermosos
altaneros
sensuales
desafiantes,
preñados de autoestima,
y mañana se mueren de vergüenza.
¡Porque es eso,
se mueren de vergüenza !