<!-- /* Font Definitions */ @font-face {font-family:Cambria; panose-1:2 4 5 3 5 4 6 3 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:roman; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:-1610611985 1073741899 0 0 159 0;} /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0in; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-language:ES;} @page Section1 {size:8.5in 11.0in; margin:70.85pt 85.05pt 70.85pt 85.05pt; mso-header-margin:.5in; mso-footer-margin:.5in; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> Tienes mi abrazo especial;
un abrazo hecho de soles del alma
y estrellas de amistad y flores,
un cálido sentir en mis miembros
tendidos hacia ti
en actitud de siembra y de cosecha.
Tienes mi abrazo especial.
Y es que me pides lanzas de Cupido
cuando tus ojos se dirigen hacia mí
y me preguntan por la razón del abrazo
y se quedan melancólicos a la espera…
y el suspiro ahogado en la emoción.
Voy a decirte:
traigo una cosecha de abrazos para ti
desplegada en el soplo amigable de los vientos
anclada en el rítmico bramar de las olas
despierta en el perfume apenas tenue del amor.
Voy a decirte:
he venido, a tu convocatoria,
para rodearte con mis aires membrudos
para responder a tu llamado de pasiones
para entusiasmarte reiteradamente de apretones.
Solo que no insistas
pues me acostumbrarías
a tus vástagos curiosos en mi piel
y a tu abrigo sensible bajo mis yemas
al suspiro agitado y en ascenso
a tus ojos satisfechos por la respuesta…
Y ya no podría soltarte.