El pecho pegado
a la espalda
henchido de nostalgia.
El estómago hervidero
de mariposas,
el tejado siempre soñando.
El pecho en un puño
colmado de sinrazones,
tercas emociones.
Las entrañas consumidas
por la desconfianza.
El pecho una piedra
dura y negra
a punto de llorar
desconsolado, ignorante.
El vientre incendiado
de recuerdos vagos.
Estoy contento
me siento feliz.
Estoy emocionado
por el porvenir.
las azoteas
comienzan a sentir
el devenir.
En este universo incendiado de mentiras
yo ofrezco mis cantos
mi alma
mi alegria.
Grandes vientos de amor
Llevo por todo el cuerpo.
Mirad mi desnudez
Seguir mi aliento poderoso
Que os ofrezco
Letras de alegría y paz
Vientos del hombre
Cruzan el cielo
Regalo mis versos
por el amor fraternal
que nos haga eternos.
Mi única herencia posible
en este momento