Las penas del alma
Tantas veces diciembre
Para no perder la costumbre
De decir te quiero
Y confesar que por ti muero.
Pero opacados los días
Los sueños son más tristes.
Soñé mientras dormías
Que no éramos felices.
Pero bastaría una sola
De tus palabras
Para calmar
Las penas del alma
Y curar los besos
Que me diste con fervor.
Si de amarte a quererte
Es mucho prometerte
Yo daría hasta mi sangre
Y toda mi vida entregarte
Para adorarte sin perderte.
Te brindo mi querer
Mis besos y mi ser.
Te regalo lo que soy.
Te ofrendo mis ilusiones.
Todo te lo doy.
Soy tuyo para siempre.
Aunque no me tengas,
Yo te tengo guardada
Entre las negruras del amor negado
Y el desgano del desamor desconcertado.
Autor: Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú