azuma no taiyo

Desazón

Por mucho que busque ignorar el sentimiento que me habita, la tristeza termina por imponerse y la desazón se anuda con un profundo aburrimiento. La extraño. La amo. La presencia de su ausencia es un dolor ciego que me acompaña a donde vaya, y pensar en su sonrisa, que ya no es mía, nubla toda alegría. La extraño. La amo. Ya no estará conmigo en las tardes de vientos frescos y pasteles dulces, ni en las mañanas de chocolate caliente. Ya no estará en los pequeños triunfos ni en las grandes derrotas; el compás de su corazón estará dictado por otra persona, sus ojos brillarán por obra de una voz distinta. Mientras tanto, escribiendo esto, me doy cuenta de la terrible soledad que inspira estas letras, cada una de las cuales servirán para las cartas de amor que ella y su nuevo compañero se escribirán mutuamente. Después del amor, la única garantía es el olvido. También, su única redención.