Es tan sencillo jugar a que no existes.
Solo consta de tres pasos
Primero: Me tiendo de cara al techo y borro las sombras de ti,
Lavo el cielo de tus huellas.
Por último convierto tus manías en cadáveres que entierro,
En el patio de mi hipotálamo.
Después me invade un silencio grave y duro.
Me vuelvo pasos, método, alarma.
para no resucitarte.