Es bueno cerrar la puerta
y meditar,
pero mucho mejor abrir la puerta,
y colocar tu silla frente a tu casa,
y mirar las gentes pasar, verlas en su lucha existencial y su ser natural.
Disfrutar de la mañana, de las aves volar.
Exponer los huesos al sol,
dilatar el ocio, sin pensar nada,
solo descansar, meditar contemplar...
Así nos acercamos a nosotros mismos,
conectamos con nuestro yo interior,
y entramos en feliz armonía con la naturaleza y el universo:
Aceptamos nuestra realidad,
perdonamos algún mal,
cuidamos la naturaleza,
nos volvemos hoja de amor
que se deja llevar relajada por el ciclo natural.
Paz en el interior,
es el secreto del bien y la sabiduría en el actuar.
Serena los sentidos, aplaca las ansias,
da alegría y felicidad.
Amamos y nos sentimos amados por el creador universal.
Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados