Estaba la noche negra
Era una noche apagada
Ni una estrellita en el cielo
Nubes negras lo abarcaban
De pronto se oyó un lamento
Lo que despertó al piano
Fue el rasgar de una guitarra
Tan triste la melodía
Que la lunita escondida
Lloraba;
Permitirle, al verso volar libre
Sobre el mar y la montaña
Y que la tristeza esparza
Al llorar
La sal de las lágrimas
Sobre la tierra, y el agua
Para poder liberar
El corazón de luna,
Y de luna el alma.