¿Puede atraerme la promesa
de vivir eternamente?
Si tuviera en mis adentros
un alma, grande o pequeña,
no importa si tierna o dura,
¿cómo aguantaría la idea
que se pueda maltratar
por más de un tiempo muy estricto?
Las penas más despiadadas
tienen un fin en el tiempo
y toda tortura termina
con la muerte del torturado.
Aborrezco los turíbulos
y las misas de difuntos.
Dejadla en paz, a mi alma,
dejad que se muera para siempre.
Bastante trabajo tuvimos
mi alma y yo compartiendo
los años que nos tocaron:
¿cómo voy a pensar en milenios?
No quiero una esclavitud
que dure más allá de la vida
echando a perder todo esfuerzo
para ganar mi libertad.
Sería de veras horrible
imaginar la vida como
una cárcel de donde no puedas
evadir ni siquiera matándote.
Una pesadilla de la que
no puedas despertar ni salir,
que te tiene amarrado a un remo
eterno como un eterno forzado.
Si debería vivir para siempre
con mi alma, sin poderla dejar,
quisiera que por lo menos
no nos quedemos iguales.
Lo mejor sería cambiar
al menos cada tantos años
renaciendo cada vez
como seres diferentes.
Me gustaría volver a vivir
como un pájaro en el bosque,
o un pez en el fondo del mar,
o un caballo en la llanura,
o también un bicho doméstico:
un gato, un perro una cabra,
para ver la vida desde
otros puntos de vista distintos.
Mirar con los ojos múltiples
de una mariposa o una mosca,
como un perro rastrear
los infinitos olores del mundo.
No le tengo miedo a que
me maten como un ternero,
me degüellen como un cordero:
quiero conocer su dolor.
Vivir el dolor más profundo
de una vida desesperada,
la angustia del desterrado,
del huérfano desamparado.
Cambiar de raza y de sexo
o cambiarme en una planta,
en un fugaz hilo de hierba
o en un árbol milenario.
En la infinidad de los mundos
en la infinidad de los tiempos
hay ciertamente lugar
para reencarnaciones infinitas.
No quisiera ser el mismo
para toda la eternidad,
siempre agarrado a mi yo
como un avaro a su dinero.
A mi alma la voy a arrumbar
colgándola dentro del ropero
junto con mis trajes dejados
y con mis zapatos viejos.