Espacio amplio, para un mundo nuevo
planes perfectos, para almas en vuelo
torrenciales lluvias de te quiero
un caudaloso río de abrazos sinceros.
Voces cálidas en medio del hielo
eco que traía sus tardes de encuentro
besos entregados en sus sueños
ojos iluminados por los te amo verdaderos.
Almas en sintonía por la soledad compartida
aromas tocando los sentidos de sus vidas
esperanza verde en sus centros asida
tonalidad perfecta, en el mundo que creían.
Mares de pasiones tocaban sus cuerpos
hermosas melodías llenaban sus días
mundo perfecto, llamado para dos
siempre de la mano admirando su sol.
Moría la soledad que los acompañaba
se sentía el amor que los abrigaba
se intensificaron los sueños con una tonada
que se desprendía de sus almas enamoradas.
A ella el dolor le mordió el alma sin freno
por algo que los abrazó como gélido invierno
un triste día que llego sin destino
les quebró el amor y su vida con todo tino.
Alas blancas que se amputaron
miradas transparentes que se opacaron
risas intensas que silenció el tiempo
caricias guardadas que se añejaron.
Tardes sin luz, noches sin estrellas
luna plateada, ya no cantó más para ella
vida solitaria, la que en sus hombros lleva
muere en vida, ya no tiene ni quimeras.
Se opacó el sol que le iluminó su mundo
volviendo la soledad de la mano de la tristeza
fisuras grandes que se hicieron grietas
sepultaron el amor, no hubo vuelta.
Pero vuelve el destino con sonrisa a pleno
en vuelo de mariposas y un azul cielo
y la promesa de las cortinas al viento
llegó con el aroma de las rosas y el canelo.
Y la mar de azul claro y verde intenso
les dio la magia para un nuevo encuentro
y en paredes blancas con margaritas y crisantemos
se unificó el azul, uno de sus sueños.
Tomados de la mano emprenden un nuevo vuelo
el que les dio su sino en un justo tiempo
bendito amor que regresa cuando es correcto
duermen sobre nubes rosas de terciopelo.
Solo un pensamiento.
Nunca debemos intentar basar nuestra felicidad en la infelicidad y dolor de los demás.
La vida es un búmeran; todo aquello bueno o no bueno, siempre regresa y golpea ocasionando mucho dolor o acariciando como la más tibia brisa.
Si el ser humano tuviera un poco más de conciencia en la reciprocidad y en el respeto en general; de seguro estaríamos mejor; en convivencia, en el amor, en la paz.
Tratemos siempre de poner en práctica las cosas bonitas que predicamos.
Yamila.
“No solo hay que parecer, hay que ser”