Rafael Escobar

\"ROMANCE DEL AMOR PRIMERO\"

 

La noche se vino encima

cuajada de amor y besos

tendida sobre la estepa

yo me bebía su aliento.

Palpitando sus entrañas

al compás de sus anhelos

mis manos de forma inquieta

acariciaban su pelo

que sedoso y muy brillante

se escapaba por mis dedos.

Su mirada reflejaba

un cúmulo de deseos

que despertaron candentes

mis mas ardientes ensueños.

 

Aquella noche de junio

el cielo estaba sereno

las luciérnagas brillaban

sirviendo de pebetero.

El viento siempre tan fuerte

se convirtió en suave céfiro

como queriendo ser cómplice

de aquel hermoso momento

que nacía desbocado

de pasión el gran destello

de dos pequeños amantes

poseídos de embelesos

por hacer brotar la flama

que llevaban en sus pechos

haciendo arder las arterias

en sus dos jóvenes cuerpos.

 

Su cutis de porcelana

parecía hecho de pétalos

y dos copas del olimpo

eran sus mórbidos senos

en los cuales yo sacié

mis delirios de mozuelo

con la bendita ilusión

de los amores primeros.

¡Esa noche descubrí

del mundo el fulgor mas bello

al sentir tan palpitantes

aquellos rojos cerezos

que dibujaban su boca

que suspiraba en silencio

sintiendo mi llama ardiente

que recorría su cuerpo

de los pies a la cabeza

en un éxtasis soberbio!

 

Cuando llegó la mañana

miré surcaban el cielo

rebosantes de alegría

dos amorosos jilgueros

que llevaban en sus trinos

el canto de amor perfecto

que vibra por vez primera

perfumado con incienso.

¡Eran nuestros corazones

que levantaron su vuelo

después de vivir la dicha

de las pasiones sin dueños,

que llenaron nuestras almas

con notas de violoncelos

tañendo con su armonía

arpegios de luz y fuego

que brotaban de sus cuerdas

como brisa en el estero.

 

Autor: Aníbal Rodríguez.