José Luis Barrientos León

Mi historia, mi camino

 

Han pasado deprisa los días, veloces las noches han llegado  

De pronto descubrí que la infancia había partido

Que el ángel de la guarda a quien imploraba de niño se había dormido

¿Quién cuida de mi ahora?, ¿Quién impone en mi frente un crucifijo?

 

Aquellas manos pequeñas que tejieron mi esperanza

Que me acercaron con ilusión a la juventud, no me cubren ahora

Han partido los años de colegio, los juegos, los amigos

Aquellos momentos se guardaron en el alma

 

Pasaron los años, arrebatando y concediendo

Se borraron y guardaron los sueños,

Dando paso al ser y no ser

Brotó el primer amor y la inocencia se llenó de olvido

 

Aprendió a volar mi alma, en busca de una ilusión

Y decidio posarse un día en medio del dolor y la alegría

Comprendí que esta nueva tierra era mía

y el amor la esencia permanente de la vida

 

En esta nueva tierra nos convertimos dos en uno

Y luego con el paso de los años uno en cada uno

De nuevo el dolor y la alegría, impartiendo la lección de la vida

Una fe, una ilusión, un destino y quizá algún día un nuevo camino