Quemó corazones, lamentos en cierre.
Y la muerte llego entre pinceles en guerra.
Laberintos de espigas cubriendo el alba que no calma la sensata mordida de tus labios; en esos senderos buscó el camino hacia el efímero silencio de los amargos recuerdos del baúl de mis secretos.
-Estoy atada lejos de casa...-
Como un caza en laberintos del saber... balas por todo vaivén.
Los gritos de su alma despiertan a mi sombra, guardada en tu baúl secreto...
-lleno de misterios…-
Está hambrienta perdida entre rosales con espinas en el corazón, extrañando tu partida en alguna estación de trenes...
-olvidada en esa caja de recuerdos del ayer…-
Desde lejos vio a tu alma perdida entre la multitud de las balas caídas que desgarran aquella piel podrida; volando por los cielos en busca de agarrarse a tu cuerpo.
El fuego quemó su alma, cayendo al piso en silencio. Jamás pudo subir al último tren; el alma de la pasajero yace perdida, bajo los recuerdos de tu baúl secreto.