Allá por las penumbras del olvido
la pena de tu amor dejé enterrada;
tu imagen hoy se encuentra desterrada
y dentro de la niebla se ha perdido.
Memoria de ese tiempo ya vivido
igual que vieja historia fue borrada,
la página del alma fue arrancada
librando al corazón de amor fingido.
El llanto que tu engaño produjera
en ríos de esperanzas lo convierto,
la herida que causaras traicionera,
me deja mal herido; mas no muerto;
y miro que florece primavera
en cada amanecer que me despierto.
Autor: Aníbal Rodríguez.