Deja ya de verter cristal
por los anchos salones de tierra.
Abre las corolas de tus manos
y ofrenda el polen del amor,
Llegarán volando, y se irán,
colibríes de sangre, mariposas de aire,
y en el lago de tus ojos
dejarán recuerdos de fuego y aurora.
El mañana monta el hoy
como a un corcel
y el ayer, luminoso,
me lleva a donde voy.
¿Qué es lo que dice un Alma a su dolor?
-Sal del refugio de mi pecho
pues tú y el Amor
son como la serpiente y el pájaro,
como el crepúsculo y el amanecer
como la ceniza y la sangre.
¡Irreconciliables!
¡Sal del refugio de mi pecho, pues!-
Y así va esta caravana de sueños
Surcando la espalda del desierto
Soñando con estrellados misterios
Y muriendo a ojos abiertos.
Lo que miran, el firmamento.
Lento... despierta el sueño...lento...