El cielo se cayó a pedazos
solo quedaron retazos
en los ecos de mis brazos
que se esfumaron como trazos.
Y una lágrima dejó sus pasos
oscureció el cielo raso
fue, cuando quede escaso
de palabras, de vida, de ocasos.
Enmudeció el latido
Y quede embestido
mientras por dentro mil alaridos
desgarraban mi lado más curtido.
Desangró el dolor
y quede vacío de calor
pero aun así sentí el ardor
porque aún había amor.