LLORA Y RÍE CADA NOTA
Una guitarra lloró,
y en cada llanto afloró,
la esencia de cada nota.
Cada lágrima una gota,
de su profunda emoción.
Un acorde que brotó,
de cada cuerda sonora.
La vida camina al son,
del ciclópeo diapasón,
que va afinando su ritmo.
Sofisticado instrumento,
que late como un lamento,
en cada respiración.
Bella nota que derrota,
o alimenta la pasión.
Suave brisa cual sonrisa.
Sutil beso que se queda,
prendido en el desamor.
Apasionada caricia,
que altera la luz del Sol.
Una guitarra que añora,
unas notas que devoran,
cada palabra de amor.
La locura de unos versos,
cuerdos de pura razón.
Doblega el tiempo al humano,
con su implacable presencia.
Y golpe a golpe sin tregua,
su frágil cuerpo derrota.
Un látigo que flagela,
sin piedad su condición.
Burbuja en el infinito,
de microscópica hechura,
una nimia criatura,
al socaire de un ciclón.
Insondable eternidad,
que en cada átomo deja,
su impronta de realidad.
Cada matiz, cada aurora,
cada gesto se desborda,
en la humana concepción.
La sutil solemnidad,
envuelve cada momento.
Impertérrito ese tiempo,
supera la humanidad.
Huella profunda en el alma,
que en cada nota se aloja.
Lágrima y risa se acoplan,
al vaivén del corazón.
Y con cada vibración,
la mente sucumbe y piensa,
en cada arpegio que emana,
del fondo del corazón.
Tímida nota que implora,
sumergirse en su emoción.
Así el corazón añora,
lo que fue y lo que quedó.
Embaucadora sonata.
Embrujada melodía.
Una eterna letanía,
que con los pasos se afina.
Andar con ritmo y sin prisa,
saboreando cada son.
Una vida que destaca,
en la exuberante trama.
Unos versos que declama,
el eterno cantautor.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
11/07/2019