Jamàs temas a la soledad amado mìo,
ni al tiempo inclemente, que tan fugaz se abalanza,
sobre mustia carne y debilita su templanza,
que yo estarè allì para acompañar tu frìo,
y juro amarte, cuidarte y hacer tu sol mìo.
No temas al tictac en las horas de tristezas,
ni a los calambres diurnos, ni al bramar de las tripas,
que yo me sentarè feliz contigo en nuestra mesa,
saciarè tu hambre y con buen amor te sobarè las piernas,
aunque se hayan derrumbado sueños de grandeza.
Y si la ansiedad abrazara tu alma, allí estarè,
escurriéndome suavemente sobre tu pecho,
para oir cada latido en tu dèbil corazón,
y calmarè a la nocturna angustia y te dormirè,
no temas, yo vigilarè tus sueños cada noche,
y las estrellas nunca dejaràn de alumbrarte.
Serè el viento del norte que se cuele en tu piel,
contando los cabellos canosos de tu sien,
y la voz tierna que te hable sin hacer reproches,
cuando la luz de luna acaricie tu frente,
Y ya no florezcan mas ideas en tu mente.
No dejarè a nada ni nadie toque y perturba,
ni al profundo silencio, que te robe las fuerzas,
y ni al alba ni a las aves, con sus cantos trinos,
depositaria serè de secretos matutinos,
obsesiva guardiana de tu cuerpo mezquino.
Raquelinamor
Julio 13, 2019