Querida naturaleza
madre nuestra,
verdes bosques tapizan tus montañas,
paisajes alfombrados de belleza
tus lagos, ríos, mares y océanos
brillan con sus cálidas aguas,
alimento vital y de especies.
Somos los seres vivos humanos
que habitamos en la tierra
causantes de tu gran malestar.
Especie con poco instinto
de amor, cuidados y conciencia.
En el roce diario
te herimos, maltratados
no te respetamos.
Tu gran riqueza está
en el corazón de tus bosques
sus especies animales y flora
en el oxígeno puro que allí se respira.
En tus mares y océanos
y sus aguas limpias y claras...
En este siglo XXI
avanzamos lento
hacia tu conservación
es más no se inculca el amor a ti
desde la niñez
de esa conciencia infantil
a cultivar
cuando uno llega a ser adulto.
12-7-2019