Cántame aquí, cántame ahora.
La mezcolanza de gestos inocentes nos inunda,
tu voz se deshace en mi boca,
tus dedos pasan de roca a terciopelo.
Cántame aquí, cántame ahora.
Un manto de flores en nuestras cabezas,
las hojas haciendo follaje al pasar.
Rotas las cadenas, roto el tiempo.
Cántame aquí, cántame ahora.
Flotamos en este desconsuelo existencial con la sabiduría de saber caer.
Nos fundimos entre el fuego y tu canto no sale de la boca,
tu canto sale de entre tus ojos.