Deserté de ese bar
no por no encontrarte
sino para no recordar
entre las tazas tu aroma
en la espuma del café
el calor de la esperanza
o la confianza de volver.
Y cada vuelta fue ficticia
solo en mi cabeza volvía
y el imaginario eso fue
un tránsito por tus versos
allí siempre te encontré
rumiando los pensamientos
en voz alta
y te besé cada letra
acaricie cada sufijo
acallé cada suspiro
para que nadie lo oiga
y confunda amor con poeta.