Apenas veo una luz,
tibias voces de la noche,
no siento el dolor,
la sombra está aquí.
Llegan las mariposas,
y la niñez frente a mí,
sin sol, ni aves en el cielo,
tanta soledad,
ni siquiera un llanto.
La hierba oscura,
el hilo rojo en la pared,
el pasillo, la camilla,
veo el rostro...
tengo frío.