Podemos decir ke somos lo ke komemos;
el buen vivir no está pues
en la voluntad de los dioses
sino en manos del kocinero.
Al no poder pagarme uno de kalidad,
prefiero hacerlo yo mismo
aunke soy un ignorante en esas kosas.
También lavo mi ropa,
tiendo la kama y plancho,
pues me disgusta ke personas extrañas
manipulen mis sábanas y mis prendas íntimas.
Si vivo kon alguien inteligente y reposado
dejo esos asuntos en sus manos,
no por negligencia o machismo
sino porke veo esas labores
komo aktos de amor y no de esklavitud.
¡Y mucho ke me agrada sentirme bien amado!
La vida moderna nos aparta
de la buena alimentación y otros placeres
ke rekieren de tiempo y espacio,
sin kulpar por ello a nuestra novia o amigo
sino a la konstancia de la idiotez humana
ke ve komo panacea de todas sus desgracias
una karrera loka hacia no se sabe dónde.
Si fuéramos más generosos kon nosotros mismos,
impediríamos ke la velocidad de las mákinas
se introdujera en nuestros sentimientos,
tendríamos tiempo para el goce
en sitios y formas de nuestras preferencias,
llegaríamos sin esfuerzo a la ekuanimidad
ke tanto necesitamos para entender a otros
kuyos sueños, proyektos y miserias
son mejores o peores ke los nuestros.
Komida y medicina pertenecen al mismo rango;
la komida korrekta en kantidad, frekuencia y kalidad
nos evita muchas visitas al médiko.
Mejoremos, pues, nuestros hábitos alimenticios,
y sólo en kasos realmente graves
aceptemos kímikos o intervenciones kirúrgikas.
Un buen médiko sugerirá una dieta
de akuerdo kon nuestra edad partikular,
inkluyendo ejercicios moderados.
La medicina intenta restablecer la energía
y eso puede lograrse kon una sopa de pollo
o peskado, bien servida.
Las klínikas del futuro tendrán mucho ké ver
kon los buenos restaurantes,
porke komer adekuadamente
previene las enfermedades en lugar de kurarlas.
Una komida balanceada es el mejor remedio,
y la futura farmakopea
será un libro de recetas kulinarias,
porke la buena mesa es ensueño,
poema y hechicería.
Necesitamos más artistas,
poetas y dramaturgos en los restaurantes
y kocinas de las ciudades modernas.
Tanto ladrillo y cemento en sótanos y edificios
proporcionan mala digestión;
la nutrición es vida
y el mejor kamino hacia la inmortalidad,
junto a los otros deleites de la doktrina epikúrea.
Kien buske salud será frugal en sus gustos,
desterrará la ansiedad,
manejará kon medida sus deseos y emociones
ignorará ambiciones, penas y difikultades,
será indiferente ante el triunfo y el frakaso,
fiel al régimen de su doktor interno.
Gozará kuanto kiera sin bestialidad
muchos y venturosos años,
porke sentirse algo lleno kuando repunta el hambre
y un poko hambriento kuando se ha komido,
es síntoma inekívoko
de ke kaminamos hacia la sabiduría.
Toda komida es sana si se hace kon higiene
y se disfruta sin afanes,
sin iras o algarabías ke estropean
su delikadeza y nuestro hígado.
Komer y beber es de suma importancia;
hagámoslo entonces en la debida forma,
komo pienso hacerlo yo después de este poema.