Creció en la verde montaña
las figuras de las nubes
que llenaron un vaso azul
de mucho amor dos almas.
Sigue allí,
siendo proeza
que pinta celeste el cielo
y de verdoso más montañas.
Sí duerme,
con sus ojos al cerrarlos
da lo oscuro de la noche
si despierta,
con sus ojos al abrirlos
da la luz al nuevo día.
Más con su cálido amor
bajó las temperaturas altas,
despojó el frío con el calor de un beso,
así logro calmar al viento
sí muy fuerte tocaba la montaña.
Menos mal con su mirar
subió las luces bajas,
alumbró el cielo con el titilar de una estrella,
así logro sanar al viento
sí muy débil sonaba la montaña.
Sí sonreía,
cesaba la lluvia que caía del cielo
de lo contrario si lloraba,
volvía y lloviznaba
sí saltaba,
con amor sacudía casi todas las montañas
de lo contrario si caminaba,
volvía y todo se calmaba.
Con el más tierno ósculo
que pudiera nacer de cualquier boca,
se dio como se da un beso a la altura
con amor en la montaña.