Siento renacer en mí a la codicia
por tus manos suaves
y tus labios brujos;
morena dulce y tierna
fecundas el lirismo
en mi corazón
que se aferra a la dulce hebra
enamorada de tu cuerpo
Tu pecho es una laguna nebulosa
donde hay paz y hay viento
hay manos como un puerto
donde se acoderan los deseos
y no hay nadie más que un amor
encadenado
Cuando no estas,
amo los versos
y miro a la luna debajo de un árbol
me acuesto en el suelo
por todo el tiempo que dura la noche
Mi sueño,
se despierta como recién nacido-
uno entre millones-
y se amarra a la vida
entre las hojas sueltas y las ramas;
De flor en flor
y por encima de la ausencia
vibra una mariposa al mediodía
celebrando el amor,
el sueño nupcial del aire apareándose
con tus cabellos sueltos.
Pequeña y ligera
vas como navegando en el aire
y todo huele a uva morena,
a trigo maduro,
y pedacitos de piel
que se van embriagando
en su próxima revelación
Los surcos de agua
salpicados en la fiebre del corazón
agitan sus pétalos dulces
con siglos de luces
para todas las sombras
Tu lecho lleno de símbolos de tierra
es un laberinto
en que me pierdo hasta llegar el alba