…Sería tan fácil separarse del presente
sería tan aliviante detener el corazón
y respirar por todas las venas
sería tan fácil lanzar al tacho todos los problemas
o simplemente presionar “suprimir”
pero si eso sucediera
si en las mañanas el café nos rogara que lo bebamos sin piedad
acaso no sentiríamos un vacío
acaso lo que no vemos aparecería delante de nosotros
como una torre ardiendo en llamas
tal vez sí y una vez sofocados iríamos hacia nuestro amado terruño
para tomar con nuestras manos todas las insignias
que nos dan identidad
una seguridad aparte
que vibra a cada latido…