VERANO
Autor: Eduardo Carreño L.
El viento resecaba las calles, casi adormitando todo, el calor era sofocante,
las sombras parecían desvanecerse al contacto con las huellas dejadas por los transeúntes, caminábamos casi en efecto conservador intentando no perder energías.
El metro de vez en cuando nos daba sombra y respiro, anhelaba tanto el mar de mi ciudad, que los ánimos por volver eran inminentes, pero yo le había prometido a mi abuela acompañarla ese verano…
Y eso hice aunque, al llegar a puerto, venía reseco como un periódico amarillento,
guardado por años en un baúl…