José Luis Barrientos León

A mis padres

He dado vuelta a esta sala varias veces

La misma puerta entreabierta, la mesa que nos reunía continúa ahí

Sin tazas, como herida de abandono, recordando las historias

Pareciera que toda la casa está vacía, con un aroma de indulgente esperanza en cada rincón

 

En la pared, cuelga la pintura de ellos, dándonos la bienvenida

Como para vencer la desesperanza al mirarlos

Quien diría que necesitaríamos su cobijo en este desierto de soledades reunidas

Qué necesitamos mirar la pared para creer de nuevo, para confiar y esperar

 

¿Qué ha quedado en los cajones de la vida?

¿Qué ha quedado de este tiempo sin treguas, sin palabras?

¿Dónde tus manos fuertes padre, levantaron el mazo que forjó la vida?

¿Dónde tu corazón madre, guardo la esperanza y la ternura?

 

Cae la tarde despacio sobre la pared

Llenando de sombras la foto y la esperanza

Damos vuelta de nuevo en la habitación

Y una lágrima furtiva brota al mirarlos

 

Han arado despacio nuestros corazones

Para germinar en ellos la semilla del amor

Un paseo de nuevo por el parque

Y cumplimos la promesa del encuentro