He dado vuelta a esta sala varias veces
La misma puerta entreabierta, la mesa que nos reunía continúa ahí
Sin tazas, como herida de abandono, recordando las historias
Pareciera que toda la casa está vacía, con un aroma de indulgente esperanza en cada rincón
En la pared, cuelga la pintura de ellos, dándonos la bienvenida
Como para vencer la desesperanza al mirarlos
Quien diría que necesitaríamos su cobijo en este desierto de soledades reunidas
Qué necesitamos mirar la pared para creer de nuevo, para confiar y esperar
¿Qué ha quedado en los cajones de la vida?
¿Qué ha quedado de este tiempo sin treguas, sin palabras?
¿Dónde tus manos fuertes padre, levantaron el mazo que forjó la vida?
¿Dónde tu corazón madre, guardo la esperanza y la ternura?
Cae la tarde despacio sobre la pared
Llenando de sombras la foto y la esperanza
Damos vuelta de nuevo en la habitación
Y una lágrima furtiva brota al mirarlos
Han arado despacio nuestros corazones
Para germinar en ellos la semilla del amor
Un paseo de nuevo por el parque
Y cumplimos la promesa del encuentro