Hay un ritual de vida,
que vence la muerte,
empieza en tu boca
y termina en tu vientre.
Besos y más besos,
fiebre en la fiebre,
las manos se estrechan
y mis labios en tu frente.
Hay un ritual de vida
que sana y no hiere,
mi cuerpo en el tuyo
ardiendo por siempre.