Ella está siempre enamorada,
su piel la delata , y su mirada,
pero nunca le dice nada,
espera a que el siempre venga.
El esta cómodo en esa situación,
prefiere una amistad con razón,
Que una quimerica y difícil relación,
donde no está nada claro su situación.
Ella espera que el venga,
pero el nunca irá,
lo ve por su parte como apatía,
como comodidad en la absoluta cercanía.
El esta cómodo con sus relaciones esporádicas,
por llevarse de forma correcta,
con su ex y sus hijos más que nada,
le da una enorme pereza una relación tan vaga.
Lo peligroso de los fracasos,
Es que se ven fantasmas y miedos,
en todo, se estadistican los esfuerzos,
y por el orgullo herido se crean nuevos y fútiles principios.
Los dos piensan que harían buena pareja,
pero entre la pereza de una,
y la inseguridad latente del otro,
nunca, nunca, pasará nada.