En los campos de Castilla
donde crecen los trigales,
se han escrito mil historias
de señores feudales.
Abundaban los castillos
con príncipes y con princesas,
trovadores y juglares,
y bufones de marquesas.
En los castillos se escuchan
los llantos de sus mazmorras,
donde penaron sus culpas
amantes de la camorra.
Los señores de castillos
a sus pueblos presionaban,
recaudando con impuestos
las fortunas que amasaban.
En las paredes sus cuadros
nos muestran al personaje,
que pintado en su palacio
nos mostraba su linaje.
Fracasado el feudalismo
se deja la fortaleza,
y en mansiones palaciegas
ahora vive la realeza.
En la actualidad Castilla
enseña aquellos vestigios,
todo aquello que es historia,
se conserva en los castillos.
J. Piñeiro