Adiós amor, adiós para siempre.
Ya más de dos años de su muerte,
la muerte no es más que un castigo
para los que deja con vida.
Juré que cuando te fueras
me quitaría la vida,
pero los cobardes nunca encuentran
la voluntad de matarse.
Adiós amor, adiós para siempre.
Ya más de seiscientas noches
llorando entre los nichos
de las urnas...
Te amo y no soporto
tu ausencia permanente.