Contorsionando el alma vamos por el camino,
saltando junto a la esperanza esquivando las suspensiones del destino.
Pirueteando hasta domar el silencio,
pasiones encogidas equilibrándose en su tambaleo,
tiento, me tientas, y nos tentamos hasta que la boca encuentra su tierno descanso.
Salteando emociones que ya no nos pertenecen,
como campanas vamos sonando los ruidos de nuestros calores,
títeres; yo de ti, tú de mí, títeres de este amor que crece con las noches.
Cabriolando el abatimiento producido por fracasos e intentos.
Trepándonos; yo en ti, tú en mi como acróbatas de circo.
Ese circo que es nuestra pasión henchida de contorsiones con valor,
soslayando los leones feroces que pretenden devorar nuestro amor,
esas serpientes que quieren estrangular nuestra pasión,
y nosotros como refinados malabaristas convirtiéndonos en aros de fuego.
Boleta de entrada solo para dos a este anfiteatro de amor;
yo entro con mis cotizadas ganas , tu entras para amortizarlas.
Apago mis luces y tú las enciendes, agotas tu ser entre todas mis mieles,
tú y yo encabezando esos carteles donde te lanzas en mi espíritu y te bailan mis sienes.
Carpas que acogen nuestros cuerpos fundidos,
coloridos flujos de ardor que brotan entre suspiros.
Caminando sobre cuerdas flojas fuimos conquistando el camino,
nuestros cuerpos siempre arqueados para mantener su equilibrio,
atrapados en este circo de amor que ha sido todo un idilio.
LeydisProse
7/16/2019
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