VIENTO QUE VIENE Y QUE VA
Viento con olor a azufre,
preñado de sangre y fuego.
Viento cargado de lágrimas,
de llantos de pena y duelo.
Viento que arde en el alma,
devorando el sentimiento.
El hedor de la metralla,
en los poros de los cuerpos.
Estela que van dejando,
los abandonados sueños.
En la tierra trabajada,
con sudores y deseos,
se retuercen las cosechas,
entre sus ascuas ardiendo.
La voz se quebró en el aire,
ahíta de muertos ecos.
Y los nervios se tensaron,
como lianas de acero.
La sombra sigue flotando,
sobre la tierra marchita.
No se curan con los años,
las prominentes heridas.
La tierra agostada llora,
inmersa en su desventura.
El viento sabe a la inquina,
del saqueo y la rapiña.
Soplan vientos de locura,
que sobrepasando el ego,
siembra el camino de trampas,
perdiéndose entre los flecos,
de vanidades sin freno.
Se enquista el odio y la ira,
y se niega la palabra.
La vida se torna hostil,
ante tan cruel añagaza.
Viento con olor a pánico,
en su desvaído encierro.
Singladura sin retorno,
tachonada de deshechos.
Helechos que se deshacen,
como cenizas de tiempo.
Brechas en los corazones,
con latidos a destiempo.
Nauseabundas realidades,
debajo de fríos techos.
Se retuercen las verdades,
para acallar voluntades.
Y la mentira se adorna,
con prebendas y oropeles.
Se han quedado entre la niebla,
recuerdos de causas nobles.
Y la sangre se repliega,
por miedo a que la degraden.
La palabra solo es humo,
perdida en los arrozales.
Nuevos vientos venideros,
fajados con las verdades,
de sentimientos sinceros.
Una corriente que envuelve,
de armonía los senderos.
Firme voz del universo,
reclamando sus derechos.
Un susurro que se acerca,
henchido de vientos nuevos.
Una luz que se desboca,
desbordada de reflejos.
El Sol deshace las nubes,
del radical entrecejo.
Mientras paciente la Luna,
vigila los dulces sueños.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
19/07/2019