Un aroma de infancia, la cocina de mamá.
La música que te hace viajar, a aquel momento,
aquel beso que más supiste disfrutar,
nostalgia de tiempos pasados.
Poesía del alma fluye, al aire vuela,
desprendiendo las emociones,
como el agua de las nubes,
se desprende, a regar la árida tierra.
Poesía, amanece en rebeldía,
abrazándose a utopías,
enjuagándose en el dulce elixir,
que alimenta la curiosidad.
Poesía de los dioses, como el vino,
que en el roble se articula y se madura,
la metáfora y la rima se acentúan,
se afina, dando suelo de sustento y armonía.
¡Ah! Poeta... Dueño de tu fantasía,
Preso de tu realidad... Poeta,
te revuelcas en las flores,
empapándote de oníricos amores.
Cuantas musas has bautizado,
por tan solo una casual mirada,
que te elevó al ápice de la creación
al éxtasis literario de la inspiración.
Poeta, el hambre de sentido te despierta,
por las noches desvelado te revuelca,
sin dejarte disfrutar del amor verdadero
que te rodea, y solo en la soledad valorarás.
Poeta sincero, eres el dueño de la poesía,
que en ti nace, crece, se alimenta y habita,
solo hasta el preciso momento en que ella,
fluya en sentimientos para transformarse en vida.