Contando los pasos, el tiempo es imperceptible
apenas reconocible en la distancia que nos separa de los astros
innumerables mantos de tierra bajo los pies desnudos del viento,
siglos tallados en las praderas y en los farallones suicidas mirando los océanos
Para llegar aquí, en virtud del honor al hecho de haber nacido,
las razones sobran para merecer morir bajo las órdenes de un filamento de fuego,
lo fulgurante se transfigura entonces en un marasmo de vacío inerte
donde pastan las utopías vencidas por el silencio vacilante de los cormoranes
Los sueños tartamudos de los hombres escapan a los sentidos
los casquetes polares se funden y se asfixian bajo el precepto del desarrollo,
hay una conmoción infectada de intransigencia
donde el suelo envejece prematuramente
y la esfera, bajo el dominio del imperio, se oscurece
¡ que tan próximos estamos de la ausencia ¡