Belinda

PASIÓN

Sin duda fueron tus ardientes palabras,

pues tu voz caliente pegada a mi oído,

avivó mis labios a besar tu cuello,

volcán mi boca que anhelaba tu beso.

 

Mi cuerpo azul crepitaba entre las llamas,

y mi corazón que latía atrevido,

advirtió moviéndose con atropello,

la apasionada caricia de tu mano.

 

Palpitante fue el temblor y escalofrío,

qué sensación tan terrible y tan divina,

temblando mi cuerpo se unía a tu ruego,

 

mientras tu beso ardía aún más bravío,

mi saliva se fundía en gelatina,

que lamía febril tu lengua de fuego.