Nunca estuve más solo y acompañado. Un perro tumbado y un gato dormido. Un viaje ignorado hasta aquí vivido. Han conocido pena y alegría pero ninguno derrotado. Es bueno en la última etapa. Gozar de la buena compañía. Vivir la pena y la alegría. Y torear al viento con invisible capa. Dormir en una playa vacía. Caminar por un campo florido. Dormir la siesta después de haber comido. Y todo esto aunque esté vacía la alcancía. Vivimos una época de líderes. Que me producen arcadas. Cuando no fuertes risotadas. Que me revientan los esfínteres.