A través del inmeso océano
cada noche viajaban los sueños,
ilusiones y palabras
avanzando en suave oleaje ondulado
extendiendo sensaciones agradables
vivas y placenteras.
Todo era gozo.
¡Cuánta belleza,
y emociones insospechadas!
Llegaron momentos de silencio
tempestades en el corazón
tristezas, desilusión,
donde todo parece
que termina y desaparece,
tormentas que quitan el sueño
y derraman lágrimas,
te deshacen y rompen fibras sensibles...
Sólo eran dos corazones de algodón
que aquel otoño triste
hermoseó con la magia
de sus colores
desprendiendo el calor oculto
que albergaban
y en la travesía del tiempo
se desvanecían.
21-7-2019