Nos dejamos, nos diluimos,
dejamos de sentir, aquello
que sentíamos, lo que éramos.
Nos abandonamos, lo dejamos
todo, empaquetado y embalado
bajo la lluvia. Mudanza eterna
de unos labios que se quisieron.
Nos dejamos, ni lo quisimos,
ese amor que tuvimos, al final
lo despreciamos.
Y no podemos decirnos, \'\'tú eres
el culpable\'\', los dos, tristemente,
culpables y verdugos fuimos.
De este amor que pasó
y a cuyo rescate no acudimos.
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