«Como poderosa república, nada es más admirable de Estados Unidos que su factoría internacional indiscutible y las transformaciones experimentadas por sus nacionales originarios de Inglaterra: de colonos-blancos a mestizos, pródigos en gozosos instantes de apareamiento con huéspedes [entre los cuales muchos rastacueros] multirraciales en proceso de lograr certificados imperialistas de ciudadanía, y una vida distinta del Rebaño Gallináceo Caribe-Sudoroso»
(Alberto JIMÉNEZ URE)