Cuando me hablan de la luna. Que hace 50 años fue descubierta. Me despierta una inusitada alerta. Me tomaré un tinto con una aceituna. Las grandes gestas. Me recuerdan la edad. Esa es la triste verdad. Y tú te callas o no contestas. Yo bailaba aunque no soy alto. A veces me sacaban medio metro. Pero aunque bajito era diestro. Y evitaba cualquier sobresalto. Cuando Armstrong llegó a la luna. Yo estaba en Portugal con americanos. Un pequeño paso y un gran salto para los humanos. El venerado astro salió de su cuna