Eres el hijo de la muerte,
caminas por las sombras,
todo cuanto pisas, duele,
todo cuanto puedes, cobras.
Sin duda, eres su pariente,
no eres dedicado, ni calmado,
eres poco paciente,
y dejas todo al final.
Dejas todo pasar, incluso la vida,
das solo una oportunidad,
para poder valorar,
sino la aprovechan tu vida se va.
Contigo no hay prisa,
tampoco hay libertad,
no hay lentitud,
solo hay soledad....
Eres grata dicha,
al que te sabe aprovechar,
y le robas la sonrisa,
a quien no te supo tratar.
Tienes tantos nombres,
que casi nadie te pudo nombrar,
torturas tanto a los hombres,
que le robas su dulce soñar.
No hay ser vivo que se escape,
de tu cruel juicio final,
y la respuesta es tan sencilla,
si supiste disfrutar.
Aqui no cuentan las cosquillas,
ni tampoco el \'qué dirán\',
sino cómo caminaste,
junto a quien te vio andar.