jesus alberto porras

Tú cuerpo tiembla y no es de frío

Estaba sentado cercas de la ventana

era por cierto un día lluvioso

recordando el día que te tuve en mis brazos

tú temblabas y no era de frío

sabías perfectamente lo que pasaría

Y con nuestra piel desnuda

juntos llegamos al cielo

con cada caricia que nos prodigábamos

y cada roce de tus labios

se quedaban en mi cuerpo tatuados

así se selló aquel verano

donde tu cuerpo temblaba y no era de frío 

quedaron los recuerdos

de aquel hermoso día entre tus brazos 

y quedó grabado por cienpre 

aquel encuentro

que solo fue el comienzo