Cuando veo tu silueta en la verja apoyada
con esa verde mirada perdida en el mar
y esparcida por tu espalda veo flamear
la sedosa cabellera rubia y ondulada.
Cuando veo tu esbelta figura volteada
para clavar en tu esclavo tu verde mirar,
cuando siento a mi lado tu dulce respirar
y me ciega el fulgor de tu frente inmaculada,
me veo por ti trasladado a un mundo inaudito
de cuyos deleites nunca antes había gozado.
Luego me es tan anodino el mundo que habito,
que sin pesar, para vivir feliz a tu lado
como tu siervo más apacible y obediente,
no me importaría abandonarlo eternamente.
Canciones de amor.